Doctora María Gámez: "La salud bucodental repercute directamente en el rendimiento deportivo"
El cuidado de la boca trasciende el aspecto estético: impacta directamente en la salud general y, en particular, en la resistencia, recuperación y prevención de lesiones de los deportistas.
Todos reconocemos que una boca sana, con una higiene rigurosa y sin problemas de encías, favorece el bienestar integral. Lo que menos se conoce es la estrecha relación entre la salud bucodental y el rendimiento deportivo, vínculo que la doctora María Gámez, cofundadora de la clínica Myca, desea poner en relieve.
Odontología deportiva: un nuevo concepto
Junto al doctor Sam Abzarian, la odontóloga especializada en estética e implantología ha creado el concepto de odontología deportiva. Esta propuesta combina ciencia, bienestar y pasión por el deporte, centrándose en la atención integral del paciente, la innovación tecnológica y la comprensión de cómo la salud bucal influye en el rendimiento físico, la recuperación y la prevención de lesiones.
“En nuestra clínica ofrecemos todas las especialidades odontológicas —desde odontología general y estética hasta implantología, ortodoncia y periodoncia— bajo la premisa de que cuidar la boca no es solo una cuestión estética o funcional, sino una pieza esencial de la salud global”, explica la doctora Gámez.
En cuanto a la odontología deportiva, el diagnóstico y tratamiento se diseñan de forma personalizada, considerando el estilo de vida, los objetivos y las necesidades de cada paciente, ya sean deportistas de élite, amateurs o personas que simplemente buscan mejorar su bienestar.
“Nuestra misión es ayudar a todo tipo de deportistas a alcanzar su máximo rendimiento partiendo de una base: una boca sana y equilibrada. Como profesionales de la salud y amantes del deporte, hemos comprobado que una buena salud oral puede marcar la diferencia en la resistencia, la recuperación y la prevención de lesiones”, afirma Gámez.
Además, la experta advierte sobre hábitos cotidianos como el consumo excesivo de bebidas isotónicas o geles de azúcar, que, si bien favorecen la energía, pueden provocar caries y erosiones dentales.
Por ello, la salud bucal no debe considerarse un detalle menor, sino “una parte esencial del rendimiento deportivo moderno, tan importante como la nutrición, la fisioterapia o el descanso”.
Estudios respaldan esta afirmación: una investigación del UCL Eastman Dental Institute publicada en el *British Journal of Sports Medicine* (2018) analizó a 352 atletas olímpicos y de élite, encontrando que el 49 % presentaba caries sin tratar y el 32 % admitía que su salud bucal afectaba su rendimiento o entrenamiento. La Federación Dental Mundial (FDI) también ha señalado que las infecciones bucales pueden elevar la inflamación sistémica y aumentar el riesgo de lesiones musculares.
La doctora subraya que el cuidado de la boca es relevante tanto para deportistas de élite como para amateurs: “Una boca sana reduce la inflamación sistémica, mejora la respiración, favorece la recuperación muscular y disminuye el estrés fisiológico. En contraste, infecciones, dolor dental o encías inflamadas consumen energía y pueden afectar el metabolismo, la concentración e incluso la postura”.
En resumen, una boca sin patologías permite un rendimiento normal; una boca realmente saludable potencia ese rendimiento.
Para mantener la boca en óptimas condiciones, Gámez recomienda una hidratación constante, pues la sequedad bucal favorece la aparición de caries. Asimismo, aconseja enjuagar con agua después de consumir isotónicos o energéticos, que son ácidos, y limitar el consumo de geles energéticos con alto contenido de carbohidratos. En estos casos, sugiere revisiones dentales cada 4‑6 meses y controlar el bruxismo, frecuente entre quienes exigen alto rendimiento.
Enfermedades bucales que pueden afectar el rendimiento
- Periodontitis: aumenta la inflamación sistémica, entorpece la recuperación y reduce la resistencia.
- Caries profundas e infecciones: generan estrés, dolor y fatiga muscular.
- Bruxismo: altera la calidad del sueño y la concentración.
- Maloclusión: afecta la postura y la eficiencia muscular, impactando la técnica y la prevención de lesiones.
Los síntomas que a menudo se confunden con el cansancio del entrenamiento o el estrés incluyen falta de energía, dolores musculares recurrentes, migrañas, sangrado de encías, sensibilidad dental durante el ejercicio, halitosis e incluso problemas de calidad del sueño.
Gámez insiste en que “una boca inflamada implica un cuerpo inflamado”. Cada vez más clubes de élite incorporan a un odontólogo en su equipo multidisciplinario, al igual que fisioterapeutas y nutricionistas. Sin embargo, los deportistas aficionados, que suelen carecer de apoyo médico especializado, corren un mayor riesgo de desconocer y descuidar estos problemas.





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