Custodio, de varear olivos, a la bañera de 'La Revuelta' y a una editorial de las grandes: "Para mí, esto es como ganar el Planeta"

La AEMET ha emitido alerta de peligro importante por lluvias intensas para este domingo, pero la verdadera tormenta de la que hoy habla la prensa es la que rodea a Custodio José Pérez Pérez, el agricultor de Jaén convertido en novelista de novela negra. Con la publicación de su trilogía “Andalucía negra” por la editorial Temas de Hoy, el autor ha pasado de la vida entre olivares a ocupar los escaparates de Amazon y los puestos de las librerías más importantes de España.

Custodio, de varear olivos, a la bañera de 'La Revuelta': "Es como ganar el Planeta"

Custodio, nacido en 1983 en el pueblo de Pegalajar (Jaén), dedicó décadas a la cosecha de aceitunas antes de decidir, a golpe de pluma, contar las historias que escuchaba mientras la tierra se teñía de verde. “Cuando terminaba la jornada, me sentaba a escribir y le contaba mis relatos a mi mujer, Ana, que se convirtió en mi musa y mi mayor apoyo”, recuerda el escritor.

Del olivar a la lista de los más vendidos

Tras autopublicar sus primeras novelas, el salto llegó cuando apareció en el programa “La Revuelta” y, poco después, su libro se posicionó como uno de los más vendidos en Amazon. Ese éxito lo llevó a la portada de la edición de tapa dura de “Andalucía negra”, que ha sido presentada en la redacción de 20 minutos, donde Custodio y Ana comentaron la repercusión de la obra.

El escritor explicó la razón del cambio de nombre: “Me he quedado con Custodio porque suena más original que nombres como Antonio o Pedro”. En su entorno, sin embargo, sigue siendo “Toyi”, el apodo con el que lo conocen sus vecinos.

“Firmar con Temas de Hoy me ha aliviado la carga de la gestión editorial”, afirma Custodio. “Ahora la agenda la lleva la editorial y yo puedo centrarme en escribir”. El autor admite que los primeros meses fueron agobiantes: la falta de apoyo editorial provocó llamadas constantes y agotamiento, al punto de cancelar eventos por problemas de salud.

Hoy, sin la carga física del trabajo agrícola, Custodio se dedica por completo a la escritura. “Mi mujer me transporta a los lugares que necesito y me ayuda a concentrarme en la casa”, comenta. “Es como si me hubieran tocado el planeta; la proyección que tengo ahora supera cualquier premio económico”.

La producción literaria de Custodio incluye ya nueve títulos, de los que tres se han editado recientemente: Grana oscura, El mar de los olivos y El triángulo del sur. Cada obra recorre, con un tono sangriento, distintas provincias andaluzas. Aún quedan por publicar crónicas ambientadas en Córdoba (ya terminada), Málaga y Huelva.

En el plano personal, Custodio y Ana comparten una familia sin hijos propios, pero con la compañía de una joven llamada Ana y su bebé de siete meses, Anaís. “Mi hija ya ha leído la primera novela; a la pequeña le estoy escribiendo cuentos para cuando pueda comprenderlos”, dice el autor.

Su estilo, inspirado en autores como Stephen King, Carmen Mola y Juan Gómez‑Juro, combina crímenes y ambientes rurales. “En el sur también se cometen asesinatos; el triángulo formado por Alcalá la Real, Priego de Córdoba e Iznájar registra el mayor número de suicidios de España”, señala Custodio, quien utiliza ese contexto para denunciar la despoblación y la precariedad de las comarcas.

Los protagonistas de sus novelas son policías y ciudadanos comunes, lejos del arquetipo del detective infalible. “Quería personajes normales, con sus problemas y sus sombras. Añadí un toque romántico para humanizarlos”, explica.

En cuanto al proceso creativo, el autor revela que prefiere la “documentación primero, escritura después”. Con la novela sobre Córdoba, por ejemplo, dedicó tres meses a recabar información y una semana a redactarla, comparando el resultado con una aventura al estilo Indiana Jones.

Sobre futuros proyectos, Custodio aún no ha definido el título de su próxima obra, que temporalmente lleva el nombre de “Córdoba”. También recuerda la anécdota de cambiar el título de “El mar de los olivos” tras la sugerencia de su mujer, quien le recordó que el nombre debía reflejar el contenido.

Respecto a la crítica, el escritor mantiene una postura equilibrada: “Valoro las opiniones constructivas; las destructivas solo sirven a quien las usa como trampolín para ganar seguidores”. Asegura que, pese al bombardeo mediático, sigue centrado en lo esencial: “Mis libros, mi escritura y que la gente los lea”.

Custodio visualiza su obra llegando a toda España y América del Sur, y sueña con ver sus títulos exhibidos en escaparates de librerías, como aquella visión que compartió con su mujer en un centro comercial. El futuro parece prometedor para el antiguo olivarero que, con cada página, transforma la oscuridad del sur en literatura de alcance universal.