El abuelo del niño asesinado en Almería pide la custodia del bebé que espera su hija: "Que no se repita la historia"

El caso del pequeño Lucas, de cuatro años, sigue generando polémica en Almería tras la publicación de nuevos detalles sobre los hechos que llevaron a su muerte y la actual situación judicial de sus presuntos responsables.

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Según información confirmada por el abogado del abuelo, José Luis Martín, el mayor de la familia ha solicitado la custodia del bebé de cinco meses que espera su hija, actualmente detenida en prisión provisional sin fianza. Martín explicó que la medida busca “cuidar del niño que viene en camino y evitar que quede bajo la tutela de la madre en prisión”, con la intención de que el nieto sea criado por su abuelo y no por la madre, a quien describen como “mre”.

Procedimientos judiciales y la petición de incineración del cuerpo

Además de la solicitud de custodia, el abuelo ha iniciado un trámite de jurisdicción voluntaria para poder incinerar el cuerpo de Lucas. La petición se ha visto obstaculizada porque, pese a las investigaciones que la acusan de violación y maltrato, la madre sigue conservando la patria potestad sobre el menor, lo que hace indispensable su autorización para cualquier disposición del cadáver.

Un audio de WhatsApp difundido recientemente muestra a la madre, bajo evidente estado de angustia, enviando mensajes a su pareja, quien mantiene una orden de alejamiento. En la nota de voz, la mujer declara: “Te amo, gracias por estar siempre para nosotros… Me siento mal, no sé qué pasó… Me quiero morir, no quiero estar sin mi hijo”. Estas palabras contrastan con la versión de los investigadores, que señalan un patrón de violencia reiterada contra el niño.

El auto de ingreso en prisión dictado por la Sección Civil y de Instrucción número 4 del Tribunal de Instancia de Vera indica que la pareja de la madre habría violado y golpeado a Lucas hasta causarle la muerte. El documento también apunta que la madre podría haber estado presente durante parte de los hechos y, posteriormente, habría acompañado al presunto agresor mientras transportaba el cuerpo del menor a un antiguo búnker en la playa de Garrucha, en el límite con Mojácar, donde lo abandonaron.

El tribunal ha puesto a ambos imputados en prisión provisional sin derecho a fianza, acusándolos de homicidio y de maltrato habitual. La investigación continúa para determinar la responsabilidad concreta de cada uno en el asesinato del niño.

Mientras tanto, la familia del menor se enfrenta a una serie de procesos legales que van desde la custodia del nuevo bebé hasta la gestión del cadáver de Lucas, todo ello bajo la estrecha vigilancia de la justicia andaluza.