El Gobierno intenta levantar un cortafuegos al cargar en Ferraz la mala gestión del caso Salazar: "En Moncloa se actuó con rapidez"

El Congreso ha suspendido a José Luis Ábalos de su cargo como diputado, tras las denuncias que han surgido en torno a su conducta. La decisión se produce en un contexto de creciente presión sobre el PSOE, que se ve envuelto en la polémica generada por el caso del exdirector del Instituto de la Mujer, Francisco Salazar.

SÁNCHEZ trata de pasar página del ‘CASO SALAZAR’ | El Abierto

Según los reportes de los periodistas del medio, en Moncloa se reconoce que ninguna organización está exenta de contar con miembros que incurran en conductas reprobables; lo determinante es la forma en que la institución responde a esos hechos. La crisis de credibilidad del Partido Socialista se ha agudizado tras la gestión del caso Salazar, que ha provocado una serie de condenas públicas, compromisos de revisión interna y destituciones.

Reacción del Gobierno y del PSOE ante el escándalo

El comité antiacoso del PSOE tardó varios meses en contactar a las denuncias, lo que ha intensificado el malestar entre las víctimas y los colectivos feministas del partido. A pesar de que el presidente Pedro Sánchez asumió la responsabilidad de la gestión del caso –aunque sin la presencia de cámaras– y admitió errores de diligencia, el Consejo de Ministros ha defendido que en la Casa del Gobierno se actuó con “rapidez y transparencia”.

Las denuncias se presentaron a través del canal interno del PSOE hace cinco meses, pero el asunto volvió a la luz pública recientemente al revelarse que la investigación interna había avanzado poco. Figuras como Riana Lastra y Andrea Fernández, así como miembros del grupo parlamentario socialista y la propia Dirección de la Casa del Gobierno, exigieron que el caso fuera remitido a la Fiscalía. Sánchez, sin embargo, descartó esa opción mientras las denuncias no fueran solicitadas por las propias víctimas.

En conversaciones informales con periodistas, el Gobierno atribuyó la tardanza del comité antiacoso a un “error” institucional y señaló que la medida de cesar a Salazar fue tomada de forma inmediata, sin necesidad de una investigación interna prolongada. Según fuentes de Moncloa, las acusaciones contra Salazar eran tan graves que se consideró indispensable actuar sin dilaciones.

Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, subrayó la “contundencia” de la actuación de Moncloa y reconoció que su encuentro con Salazar hace un mes había sido un “desliz”. Declaró que, al tomar conocimiento de las denuncias, se procedió al cese inmediato tanto de Salazar como de su colaborador directo, Antonio Hernández, quien también fue relevado de sus funciones ese mismo martes.

“En Moncloa se ha actuado con rapidez y transparencia desde el primer momento”, afirmó Alegría, añadiendo que se ha puesto a disposición de los empleados un canal seguro y anónimo para denunciar cualquier conducta inapropiada. Precizó, sin embargo, que “en ningún momento se recibió una denuncia por el canal interno del Gobierno”, lo que explica la ausencia de tramitación en esa vía.

El Gobierno reconoce que, si los hechos se remontan a épocas anteriores a 2021, los cambios continuos de los equipos de trabajo podrían haber reducido el número de testigos disponibles. No obstante, insiste en que los mecanismos de denuncia son plenamente seguros y confidenciales.

En sus declaraciones, Alegría también señaló que ninguna organización está exenta de contar con personas que “abusen de su posición política”, citando ejemplos como Ábalos y Santos Cerdán, y reiteró que la diferencia entre los partidos radica en la forma en que reaccionan ante estas situaciones. “Moncloa ha respondido con absoluta contundencia desde el primer momento”, concluyó.

Pedro Sánchez, al dirigirse a la UGT, destacó el papel de las políticas feministas en la definición del Gobierno y afirmó que el feminismo “da lecciones todos los días”. Según él, la izquierda se distingue por reconocer sus errores, pedir disculpas y actuar en consecuencia.