El ingreso navideño que nos puede sacar de un apuro: "Es una oportunidad para incrementar los ahorros"

En España, la paga extraordinaria de Navidad constituye un ingreso adicional que muchos trabajadores esperan con ilusión cada año. Además de aliviar la presión que generan los gastos típicos de la temporada —cenas con familiares, regalos, viajes y actividades de ocio—, esta cuantía puede convertirse en una herramienta eficaz para el ahorro y la inversión.

Índice

Cómo aprovechar al máximo la paga extra

Cómo aprovechar al máximo la paga extra

Los bancos españoles ofrecen diversas recomendaciones para transformar este ingreso puntual en una oportunidad de mejorar la salud financiera de los hogares.

Recomendaciones de Ibercaja

Destinar aproximadamente el 20 % de la paga extra al ahorro, ajustando el porcentaje a la situación familiar y económica de cada quien.
Planificar con antelación el uso del dinero, diferenciando entre gastos necesarios y objetivos de ahorro o inversión.

Sugerencias de BBVA

Cuentas remuneradas: productos como la cuenta Openbank (3,30 %) o la cuenta Cetelem‑Raisin (3,33 %) ofrecen rentabilidades superiores al 3 % y permiten disponer del saldo cuando se necesite.
Amortización de deudas: emplear la paga extra para reducir capital o plazos de préstamos (hipotecas, préstamos de coche, etc.) disminuye los intereses totales y la cuota mensual.
Inversión: comenzar con pequeñas inversiones, informarse bien y, si se prefiere, acudir a fondos gestionados por entidades especializadas.
Planes de pensiones: aportar la paga extra a un plan de pensiones permite desgravar la cantidad aportada en la declaración de la renta, con un límite actual de 1.500 € anuales.

Estas estrategias buscan no solo hacer frente a los gastos de la época festiva, sino también crear un colchón financiero que favorezca la estabilidad a medio y largo plazo.

Las pagas extraordinarias están reguladas por el Estatuto de los Trabajadores (Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre). Cada trabajador tiene derecho a dos gratificaciones al año: una con motivo de las fiestas de Navidad y otra en la fecha que establezca el convenio colectivo o el acuerdo entre la empresa y los representantes de los empleados. En algunos convenios, estas pagas pueden prorratearse en los 12 meses del año.

Históricamente, la primera paga extra se introdujo en diciembre de 1944, equivalía a una semana de salario y fue una medida del régimen franquista para que los trabajadores pudieran disfrutar de una Navidad más digna en la España de la posguerra. Debido a su popularidad, en 1945 se añadió una segunda gratificación en verano, fijada el 18 de julio, fecha del golpe de Estado que marcó el fin de la Segunda República. Desde entonces, ambas pagas se han mantenido como parte del convenio laboral español.