¿El mayor éxito de Netflix es un robo? La historia tras la demanda por plagio de 'Stranger Things'

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¿STRANGER THINGS ES UN PLAGIO? Secretos y curiosidades.

Durante más de un año circuló una denuncia de plagio contra los creadores de Stranger Things, los hermanos Duffer, que finalmente fue retirada. Desde que Netflix se transformó en un servicio de streaming en 2007, la plataforma ha lanzado miles de series y películas originales. Entre los primeros éxitos, pocos han alcanzado la relevancia de Stranger Things, cuyo presupuesto la sitúa como la segunda producción más cara de la historia, solo superada por Los Anillos de Poder. Sin embargo, la pregunta de si la serie podría ser un plagio surgió cuando los Duffer fueron llevados a los tribunales por un presunto robo de propiedad intelectual.

Detalles del caso

La polémica comenzó cuando Charlie Kessler, asistente de producción de series como The Affair, presentó su propio cortometraje titulado Montauk. El proyecto, de ocho minutos de duración y estrenado en 2011, relata la desaparición de un niño y actividades sospechosas dentro de una base militar, culminando con la aparición de una criatura de otra dimensión despertada por los militares.

En el momento en que Montauk se estrenó, faltaban cinco años para el debut de Stranger Things. El argumento de la primera temporada de la serie coincidía, punto por punto, con el guion del corto de Kessler. Conociendo a los hermanos Duffer, Kessler los demandó, alegando que habían usado su material como base para la serie.

Los Duffer respondieron que Kessler nunca les había mencionado su cortometraje. La disputa llegó a los tribunales, pero antes de que se celebrara el juicio, el abogado de Kessler le informó que los hermanos contaban con pruebas contundentes que demostraban que la idea de Stranger Things ya estaba en desarrollo antes de que Kessler terminara Montauk. En 2010, año en que Kessler aún no había finalizado su proyecto, los Duffer ya estaban trabajando en la primera temporada de su serie estrella.

Ante estas evidencias, Kessler decidió retirar la demanda, reconociendo que la similitud entre ambos proyectos era una coincidencia sorprendente más que un caso de plagio intencional.