Interceptan en Madrid el primer cargamento de pastillas de heroína del mundo a través de una ruta inédita entre España y Colombia

Una operación conjunta entre la Policía Nacional, la DEA estadounidense y las autoridades colombianas ha culminado con la incautación de ocho kilos de heroína en forma de comprimidos y la detención de cinco individuos, tres de los cuales ya están ingresados en prisión.

La Policía Nacional intercepta una nueva ruta de heroína en pastillas entre Colombia y España

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Detalles de la operación

Detalles de la operación

La Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional detectó, en noviembre, una modalidad inédita de consumo de heroína: pastillas con forma de calavera que contienen aproximadamente un 10 % de la sustancia por unidad. El comisario Alberto Morales, jefe de la unidad antidroga (UDYCO), describió este formato como “un intento claro de atraer a un público más joven, con un mensaje de marketing nunca visto antes”.

La investigación, liderada por la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional y el Juzgado de Instrucción nº 17 de Madrid, se centró inicialmente en el conocido narcotraficante apodado “El Turco”, recién liberado después de cumplir 18 años de prisión por tráfico de drogas. Durante semanas, los agentes siguieron sus movimientos, observando que evitaba cualquier rastro digital, se reunía en persona en un local de kebab del sur de la capital y utilizaba transporte público o vehículos de alquiler con conductor, siempre cubriéndose la cara con gorras y gafas de sol.

Con el tiempo, la policía identificó a otros cuatro miembros de la organización: dos ciudadanos colombianos, uno de origen turco y otro procedente de República Dominicana. Según explicó el comisario Morales, la red había recibido la heroína en pastillas desde Colombia, aprovechando rutas ya establecidas para la cocaína, y pretendía distribuir el producto tanto en la zona de Madrid como en Cataluña.

El punto álgido de la operación se produjo en un aparcamiento de un centro comercial de Madrid, donde, a plena luz del día, los agentes interceptaron los ocho kilos de heroína en pastillas. La droga había llegado al aeropuerto de Barajas oculta en mochilas y bolsas pequeñas, usando los mismos canales logísticos del narcotráfico de cocaína.

Los cinco detenidos fueron puestos a disposición judicial bajo los cargos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Además, la investigación incautó cinco teléfonos móviles, un vehículo y 100 000 USDT (aproximadamente 100 000 €) en criptomonedas vinculadas al grupo.

Riesgos del nuevo formato

Los comprimidos presentan la forma de una calavera y se comercializan entre ocho y diez euros cada uno.
Aunque la potencia es similar a la de la heroína en polvo, su presentación en pastilla puede reducir la percepción de peligro entre los jóvenes.
El consumo implica triturar la pastilla antes de inyectarla, lo que mantiene la potencia pero aumenta los riesgos sanitarios, como infecciones o sobredosis.

El Plan Nacional Sobre Drogas indica que la heroína, derivada de la morfina y clasificada como opiáceo, suele presentarse en polvo blanco y consumirse fumada, inyectada o inhalada. La adulteración con sustancias como quinina, lactosa o barbitúricos agrava los peligros para la salud.

Según el informe de 2024 del Ministerio de Sanidad sobre alcohol, tabaco y drogas ilegales, el consumo de heroína entre jóvenes de 14 a 18 años se sitúa por debajo del 1 %, con una edad media de inicio de 14,1 años. No obstante, dos de cada diez adolescentes consideran que la droga es fácil de conseguir, una cifra que ha aumentado 3,5 puntos desde 2021. La aparición de la heroína en pastillas podría reforzar esta percepción de facilidad.

El comisario Morales concluyó que la operación representa “un paso más en la lucha contra el narcotráfico. Las organizaciones criminales intentan innovar y abrir nuevos mercados, pero estamos preparados para detectarlas y desmantelarlas”.