Joan Laporta niega en el Juzgado favores arbitrales por los pagos a Negreira: "En absoluto nos ha beneficiado"

El viernes 12 de diciembre, el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y los exentrenadores del club, Luis Enrique Martínez y Ernesto Valverde, comparecieron como testigos ante la magistrada Alejandra Gil, titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, en el marco de la investigación conocida como “caso Negreira”.

CASO NEGREIRA: LAPORTA niega las ACUSACIONES y asegura que la "SENTENCIA será ABSOLUTORIA" | RTVE

Laporta fue el único que lo hizo de forma presencial; Enrique y Valverde realizaron sus declaraciones mediante videoconferencia, dada su agenda profesional en el Paris Saint‑Germain y el Athletic Club de Bilbao, respectivamente.

Denuncias y defensas de los testigos

Durante su intervención, Laporta negó categóricamente que los pagos efectuados por el club al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y a su hijo Javier, hubieran supuesto una ventaja arbitraria para el Barça. “En absoluto nos han beneficiado”, aseguró el dirigente, añadiendo que nunca existió ningún tipo de favores por parte de los árbitros a cambio de dichos importes.

Los exentrenadores coincidieron con el presidente. Valverde, que actualmente dirige al Athletic, y Luis Enrique, al frente del PSG, declararon que en su etapa en el Barcelona nunca percibieron beneficios arbitrales ni fueron conscientes de que los pagos pudieran estar vinculados a influencias en la toma de decisiones de los árbitros.

Laporta también explicó que, según la información de la época, la Comisión Deportiva del club le había comunicado que los pagos —que según él ascendían a unos 600 informes— eran “informes técnicos y de scouting” de bajo importe, por lo que no requerían la autorización del Consejo de Administración. Indicó que dichos documentos no se conservan, pues, tras cinco o seis años, se procede a su destrucción.

El caso se originó a raíz de la denuncia presentada en marzo de 2023 por la Fiscalía contra el FC Barcelona, sus expresidentes Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, y el propio Negreira. La acusación señala que entre 2001 y 2018 el club habría pagado más de 7 millones de euros a Negreira y a su hijo mediante facturas que, supuestamente, no corresponderían a servicios reales de asesoramiento técnico.

La investigación busca determinar si dichos pagos constituían una retribución ilegítima destinada a conseguir favores arbitrales. Mientras que Rosell y Bartomeu siguen imputados, la imputación contra Laporta fue retirada después de que sus abogados alegaran la prescripción de los hechos ocurridos durante su mandato (2003‑2010).

Tras una hora de declaración, el presidente abandonó el juzgado sin atender a los medios de comunicación, manteniendo la postura de que el club no obtuvo ningún beneficio a través de los supuestos pagos.