La familia de Isak Andic rinde homenaje al empresario en el primer aniversario de su muerte

La familia del fundador de Mango, Isak Andic, rindió homenaje este viernes al empresario en el marco del primer aniversario de su fallecimiento, que se cumplirá el próximo domingo. En una emotiva ceremonia, los tres hijos de Andic —Jonathan, Judith y Sarah— depositaron flores frente a la escultura de Jaume Plensa situada en la sede central de la compañía, en Palau‑Solità i Plegamans (Barcelona).

Familiares, autoridades y empresarios asisten al funeral de Isak Andic

Una carta abierta de los herederos

En una carta abierta dirigida a la compañía y a la opinión pública, los descendientes de Andic, cuya muerte en un accidente de montaña sigue bajo investigación judicial, compartieron sus recuerdos y destacaron la huella que su padre dejó en la sociedad.

«Cuando hablamos de Isak Andic no hablamos solo de un empresario excepcional, sino de un hombre generoso y comprometido con la sociedad», se lee en el documento. «Llegó a Barcelona siendo apenas un joven con sueños enormes y una determinación que ya entonces sorprendía. Con el tiempo, ese sueño tomó forma y dio lugar a una empresa que se convertiría en uno de los grandes motores económicos del país y del sector de la moda».

Los hijos subrayaron que el impacto de su padre trasciende el ámbito empresarial: «Elevó el nombre de Barcelona y la proyectó al mundo. Gracias a su impulso, Mango se convirtió en un puente entre Barcelona y las grandes capitales internacionales», señalaron.

En cuanto a su estilo de liderazgo, lo describen como un trabajador incansable cuya visión siempre estuvo orientada a llevar la marca a las principales ciudades del planeta. Hoy, Mango cuenta con cerca de 3 000 tiendas distribuidas en más de 120 mercados.

En el sector de la moda, Isak Andic es recordado como un visionario adelantado a su tiempo. Fue pionero en la venta online y en la expansión internacional, abriendo nuevos caminos y rompiendo moldes cuando pocos lo hacían. Asimismo, su compromiso con proyectos educativos, culturales y sociales refleja su «inmensa generosidad».

«Para nosotros, su mayor legado es el personal. Isak fue un padre cercano y afectuoso, un hombre sereno, atento y sabio. Escuchaba de verdad, celebraba los triunfos ajenos y siempre encontraba tiempo para acompañar a quienes amaba, aun en los días más exigentes», afirmaron los hermanos.

La carta, firmada por los tres descendientes, concluye que «su legado inspira el futuro de nuestra familia y de su obra empresarial».