La paz de Trump salta por los aires en Asia: Tailandia y Camboya vuelven a las armas por la histórica disputa de su frontera

Javier Izquierdo, integrante de la Ejecutiva del PSOE, presentó su dimisión en medio de la crisis provocada por las denuncias que pesan contra la dirección del partido. La renuncia se produce mientras se intensifican las investigaciones sobre el millonario rescate financiero que recibió una aerolínea española, actualmente bajo la lupa de la Policía por presunto blanqueo de capitales.

En otro plano, la firma de un acuerdo de paz en octubre, en presencia del entonces presidente de EE. UU., Donald Trump, parece haber quedado en nada. La violencia ha estallado de nuevo en la frontera entre Tailandia y Camboya, marcando el segundo día consecutivo de enfrentamientos armados.

Escalada del conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya

Al menos ocho personas han perdido la vida desde que se reanudaron las hostilidades a lo largo de la línea fronteriza en disputa, con acusaciones de ataques con cohetes y drones en diversas zonas. Las autoridades estadounidenses han pedido a ambos gobiernos que cesen los combates y respeten el acuerdo de paz impulsado por Trump, que ahora parece haber quedado en "papel mojado".

Se estima que unas 400 000 personas que habitan la zona han sido evacuadas para proteger su seguridad. El Ejército tailandés y el camboyano se culpan mutuamente de haber iniciado los disparos.

Según los informes tailandeses, el ejército nacional bombardeó objetivos camboyanos tras la muerte de un soldado tailandés en un tiroteo. Las autoridades de Camboya, por su parte, alegan que cuatro civiles murieron en dos provincias fronterizas y que los tailandeses emplearon drones de gran tamaño y gases tóxicos durante toda la noche.

Ambas partes acusan al adversario de desplegar unidades de operaciones especiales, francotiradores y de cavar trincheras para fortificar posiciones. Camboya denuncia la incursión de tropas tailandesas en la provincia costera de Trat, mientras Tailandia señala el uso de cohetes BM‑21 contra áreas civiles.

Capacidades militares de los contendientes

• Tailandia: Ejército de 585 850 efectivos (360 850 en servicio activo, 200 000 en reserva y 25 000 en fuerzas paramilitares). Posee 493 aeronaves militares, entre las que destacan los cazabombarderos Saab Gripen y F‑16, además de helicópteros de ataque.
• Camboya: Fuerzas armadas de 231 000 efectivos (221 000 en servicio activo y 10 000 en unidades paramilitares). Dispone de 25 aeronaves militares y una numerosa colección de lanzacohetes (463 unidades frente a 26 de Tailandia), lo que sugiere una mayor énfasis en la artillería terrestre.

El analista de seguridad para el sudeste asiático, Anugya Chitransh de International SOS, confirmó que el ejército tailandés cuenta con mayor financiación y tecnología, lo que le confiere una ventaja significativa sobre Camboya.

Los enfrentamientos no son nuevos. En mayo pasado, tras la muerte de un soldado camboyano en un intercambio de disparos, Tailandia tomó el control de varios puestos fronterizos, impuso restricciones de cruce y amenazó con cortar el suministro eléctrico e internet a las comunidades fronterizas. Camboya respondió suspendiendo las importaciones de frutas y verduras tailandesas y prohibiendo la difusión de películas y series de televisión del vecino.

En julio, cinco días de combates provocaron al menos 40 muertos y el desplazamiento de unas 200 000 personas. A finales de ese mes, los gobiernos de ambos países acordaron un alto el fuego, mediado parcialmente por Trump. Sin embargo, en noviembre los tailandeses suspendieron nuevamente las conversaciones de paz.

El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, exigió a Camboya "acatar las órdenes de Tailandia para detener los combates", mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Sihasak Phuangketkeow, advirtió que los enfrentamientos podrían continuar hasta que se garantice la soberanía y la integridad territorial. Desde Camboya, el presidente del Senado, Hun Sen, publicó en Facebook que sus fuerzas armadas deben contraatacar en todos los puntos donde el enemigo ataque.

El conflicto fronterizo entre ambos países tiene raíces históricas. La línea divisoria de 817 km fue trazada en gran parte por la Francia colonial en 1907 y ha sido objeto de disputas desde entonces. El templo de Preah Vihear, del siglo XI, es el punto más controvertido: en 1962 la Corte Internacional de Justicia otorgó la soberanía del sitio a Camboya, decisión que Tailandia nunca reconoció, alegando que algunas áreas de la frontera nunca fueron demarcadas de forma definitiva.

Desde 2008 se han registrado escaramuzas intermitentes. En 2011, los enfrentamientos cerca de Preah Vihear provocaron la muerte de al menos 20 personas y el desplazamiento de miles de habitantes. La situación actual refleja la persistente tensión sobre una frontera que, a pesar de los intentos de mediación internacional, sigue siendo un foco de rivalidad y confrontación.

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