Los extranjeros toman el volante del transporte de mercancías: "Los españoles ya no quieren llevar un camión"
Javier Izquierdo, miembro de la Ejecutiva del PSOE, ha presentado su dimisión en medio de la crisis provocada por las recientes denuncias. La decisión se produce mientras el sector del transporte atraviesa una profunda escasez de conductores, obligando a las empresas a depender cada vez más de trabajadores extranjeros.
En el último año, la presencia de trabajadores extranjeros en el transporte ha crecido un 33 %, llegando a representar casi el 18 % del total de empleados del sector. En octubre, la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social superó los 3,1 millones de ocupados, cifra que refleja la creciente dependencia del mercado laboral en mano de obra procedente de fuera de España.
La creciente presencia de conductores extranjeros
José Luis Conejo, propietario de la empresa de transporte “Camionaje”, describe la dura realidad de la actividad: “Conducir un tráiler es un trabajo de sacrificio extremo; no se cobra lo que corresponde y la competencia es desleal”. Conejo, que empezó como conductor a los 21 años y hoy dirige una flota de 50 vehículos, afirma que cada vez son menos los españoles dispuestos a ejercer la profesión.
La mayoría de los nuevos conductores que se incorporan a su empresa son extranjeros. “Hay que buscar a personas que estén dispuestas a dejar a sus familias, a veces viviendo solos en Madrid o Sevilla. Los nacionales, aunque también son valiosos, prefieren condiciones diferentes”, explica Conejo.
La escasez de conductores españoles se debe, entre otros factores, al envejecimiento de la plantilla y a la falta de relevo generacional. Los trabajos de camión son poco atractivos por los largos periodos fuera de casa, la dureza de la conducción y el riesgo de los pernoctes dentro del vehículo.
Ante esta situación, muchas empresas están contratando directamente en los países de origen. Lee Tylor, conductor peruano de “Camionaje”, llegó a España en 2005 y trabajó en la construcción antes de obtener su licencia de camión en 2019. “Este trabajo me gusta, aunque hay jornadas largas, sobre todo cuando hay que pasar la noche en el vehículo durante viajes a Valencia, Barcelona o Vigo”, comenta.
Otro caso es el de Ciprian Podaru, rumano de 36 años que lleva 15 años en el sector. Recientemente obtuvo su carnet de camión gracias al apoyo de la empresa y ahora realiza viajes más extensos. “Es duro dormir en el camión, no es una cama, pero uno se adapta”, relata.
El déficit de mano de obra no es nuevo. Desde la salida del Reino Unido del mercado europeo en 2021, muchas empresas de transporte se vieron afectadas por la falta de conductores extranjeros. En España, los convenios bilaterales de canje de permisos con varios países latinoamericanos, iniciados en 2002, han facilitado la entrada de conductores sin necesidad de volver a homologar sus licencias.
En noviembre de 2023, los ministerios de Migraciones, Transportes e Interior acordaron simplificar los trámites administrativos para la contratación de conductores extranjeros, tanto para su llegada como para la regularización de los que ya residen en el país. En mayo de este año entró en vigor una normativa que favorece la contratación de trabajadores en sectores con escasez de mano de obra, como el transporte.
Agustín López, secretario de comunicación del sector carretera y logística de CCOO, advierte que la contratación de personal extranjero es solo una solución temporal: “Al final, cualquier trabajador que venga de otro país y tenga condiciones más precarias que las nuestras, se adaptará a la realidad del mercado”.
Según Conejo, el principal problema no es el salario, que ronda los 3.000 euros netos mensuales para un conductor con rutas internacionales, sino la falta de condiciones laborales dignas: mejores áreas de descanso, vehículos modernos, cumplimiento de la normativa y eliminación del dumping y el fraude.
“No se trata solo de pagar más, sino de ofrecer un entorno de trabajo que haga la profesión atractiva”, subraya Conejo, quien también financia los distintos carnés y certificaciones profesionales de sus conductores para fomentar la fidelidad.
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